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Vino – Introducción a Los Espumosos


Los primeros Vinos Espumosos de los que se tienen noticias formales se produjeron en Francia, en la región de Champagne,
de donde derivó su nombre, y en varias partes del mundo se les llama así a los Espumosos en general, por ligereza de lenguaje,
cuando lo correcto es que sólo los producidos en esa región de Francia reciban ese nombre. En España e Italia también hay
gran producción de Espumosos, referidos como Cava y Prosecco, respectivamente, y hay analogía con el caso Francés, pues
no es correcto llamar Cava a cualquier Espumoso Español ni Prosecco a cualquier Espumoso Italiano, porque el Cava original
es de Cataluña y el Prosecco original es de Véneto.

En los 3 casos, existe una clasificación bastante general en 2 grandes categorías, la cual identifica a los más secos como brut
y a los menos secos como demi.sec. Usualmente un Cava
tiene menos contenido de azúcar que un Champagne o un Prosecco
del mismo tipo y su acidez es tipicamente menor.

No es usual que en los Espumosos se mencione la cosecha porque se trata de mezclas de varios tipos, incluyendo Tintos,
en el caso de Espumosos Rosados. La excepción es el costoso Champagne Vintage, que se produce con varias cosechas
de un mismo año y sólo en ese caso se espera a que mejoren sus características con el añejamiento.

Los conocedores valoran un buen Espumoso por el tamaño y la homogeneidad de las burbujas; se considera que el mejor
es el de burbujas finas y parejas, lo cual se aprecia mejor en copas de los tipos flauta o tulipán, que, a su vez, pueden dificultar
la valoración del aroma! Algunos Catadores utilizan copas de Vino Blanco, dándole más prevalencia a la fase olfativa que a la visual.

La temperatura de servicio está entre 5 y 8°C, según lo indique el Productor en la etiqueta y el corcho se debe retirar sin que suene,
evitando que salga como un proyectil! Las copas se pueden servir de 2 maneras: en 2 tiempos o inclinándolas un poco para evitar
que se forme espuma en exceso; y se deben llenar a 2/3 de la altura del cáliz.

La degustación propiamente dicha de un Espumoso no se disfruta con el primer sorbo, sino a medida que disminuye el efecto
de la efervescencia, lo cual permite que los sabores se expresen más claramente y la fase gustativa se desarrolle mejor.
Y en cuanto a la armonía con la comida, el tema amerita un tratamiento separado, como se verá en una próxima entrega.

Por ahora, nada mejor que brindar, ahora con toda pertinencia: SaludEs!