ofrecen un panorama ciertamente inquietante, previendo un posible incremento de 1,1 metros en el nivel del mar para fines de este siglo.
En pocas palabras, debido a actividades sin el debido control, el hielo del planeta se está derritiendo, el nivel de los océanos está subiendo
y estos cambios tienen implicaciones para casi todos los seres vivos. Y aunque el mar abierto y los polos puedan parecer muy lejanos
para mucha gente, la humanidad depende en gran parte de ellos de forma directa e indirecta.
Las peores consecuencias del cambio climático se pueden evitar si se logra poner en práctica reducciones radicales en las emisiones
de Di.óxido de Carbono (CO2). Si los niveles de este gas se reducen a la mitad para el año 2.050, es posible evitar las repercusiones
más catastróficas del cambio climático. En el mapa anexo se resaltan las grandes ciudades con afectación más probable.
Entre las ciudades que podrían quedar más afectadas están Buenos Aires y Lima y varios estados isleños de algunos países dejarían
de ser habitables o podrían desaparecer por el aumento en el nivel del mar.
El aporte de deshielo más importante ocurre en Antártida y Groenlandia. La pérdida de hielo de Antártida se triplicó en la última década.
Y en Groenlandia, la pérdida de masa helada en el mismo período se duplicó. Se estima que esta pérdida continuará durante el resto
de este siglo, a menos de que se tomen medidas efectivas de inmediato.
Los glaciares tropicales de Asia, Europa y América podrían perder hasta 80% de su hielo. El primer glaciar de América en desparecer
podría ser el de los Andes Venezolanos y Venezuela sería la primera nación SurAmericana sin glaciares, que son fundamentales
en el ciclo del agua de la región. Mérida, ciudad Andina de ‘nieves eternas’, nos hará saber que la eternidad no dura para siempre.
Esa agua adicional fluye hacia los océanos y eso tendría serias consecuencias para millones de personas, principalmente quienes viven
en las zonas costeras, obligando a considerar su desplazamiento y reubicación. De hecho, el islote del Parque Nacional Morrocoy
conocido como Cayo Pelón desapareció en los últimos años, siendo ahora un bajo o zona de poca profundidad!
Se establece con énfasis que el futuro de los mares aún está en nuestras manos y la fórmula para protegerlos consiste en reducciones
prontas y efectivas de las emisiones de CO2. En todo caso, el incremento del nivel del mar podría situarse entre 30 y 60 centímetros,
aún si esas emisiones se reducen fuertemente.
Como complemento, podría haber serias implicaciones en sectores como agricultura, generación de energía y Turismo.
Habrá que habituarse a un mundo con cambio climático!
Que todo mejore!