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Sociedad – Con.vivencia en Cuarentena


El aislamiento decretado por la pandemia de la enfermedad CoViD19 fue una circunstancia que originó unas cuantas enseñanzas.
Y de allí surgieron numerosas experiencias que se convirtieron en interesantes y valiosas Vivencias.


Ya van casi 8 semanas desde que la gente se tuvo que recoger en sus casas, sometida a unas normas de movilidad
que cambiaron del todo la rutina de la sociedad. Esas normas han ido variando y se seguirán ajustando, según el avance
que tengan los índices de contagio, sin que se tenga un estimado de cierta confiabilidad para la vuelta a ‘la normalidad’.
Y hasta se ha hablado de una  baja probabilidad de que haya una vuelta completa al comportamiento socio.económico
de antes de la pandemia.
Ese recogimiento, por demás inesperado y fuera de toda previsión, echó por tierra los planes de casi todos los habitantes
del planeta, con todas las repercusiones del caso. La actividad laboral en general se redujo a un nivel mínimo, dado que sólo
se permite la circulación de trabajadores muy específicos. El tema ha sido objeto de los más variados análisis y pronósticos
y lo que intento resaltar en este post es la cantidad de Vivencias que hemos tenido unos cuantos en este trance.
Como se trata de una situación tan especial, marcada con un considerable riesgo de mortalidad, el efecto en la ciudadanía
es casi el de un duelo que se desarrolla resumidamente en etapas como negación, ira, depresión y aceptación. Sin entrar
en un análisis psicológico, mucha gente se negó mentalmente a aceptar tal imposición, desmereciendo el razonamiento
que la originó, y eso le produjo una gran contrariedad y un notorio desánimo, del cual muchos no han podido recuperarse.
La fase final, a la cual no muchos han llegado, ha sido de análisis, reconsideración y reenfoque de la situación, identificando
modos de aprovechar la circunstancia con la mejor disposición y la actitud de salir adelante con logros específicos.
Ilustro mi caso recordando que hasta hace poco era corriente oír hablar de las virosis, enfermedades que había que dejar
que evolucionaran solas, sin mayor tratamiento que reposo, líquidos y paciencia; y muchos renegaban porque no les recetaban
medicinas específicas! En todo caso,
aparte de cubrir algunas tareas que tenía represadas (a la espera de su mejor momento,
o de la decisión de acometerlas), en esta cuarentena he tenido alguna rutina de actividad física,
he leído varias cosas,
he escrito otras,
he compartido más con quienes con.vivo y he tenido acercamientos con vecinos, con la debida salvedad
del distanciamiento social. Mi relación presencial con amistades con quienes tenía contacto frecuente ha estado naturalmente
restringida a llamadas y mensajes de Whatsapp, viviendo el presente y programando re.encuentros. Y también he aprovechado
para renovar algunas relaciones enfriadas por la distancia y el tiempo.
La tecnología comunicacional ha tenido un rol de relevancia, más allá de simples llamadas telefónicas con video, incluso
en gente que hasta ahora no había utlizado opciones que estaban ahí, disponibles. Además del llamado tele.trabajo, ha sido
usual asistir a conciertos y obras de teatro, visitar lugares turísticos, presenciar maravillas naturales, asistir a presentaciones
de personajes relevantes en distintas áreas y una multiplicidad de actividades por el estilo, en casi cualquier parte del mundo
y todo de manera virtual. Del mismo modo, hay quienes se han valido de esta modalidad para poner en práctica su creatividad,
con Ideas que les mantienen activos y productivos en oportunidades que antes no estaban planteadas.

Con todo, el intercambio de Ideas, que en el fondo son lecciones de vida, ha llevado a que la gente comparta sus Vivencias
con un sentido más profundo de la con.vivencia, presencial o virtual, más allá de la co.existencia propiamente dicha.
Que todo mejore!