Cuando uno quiere tomar algo refrescante y de bajo contenido alcohólico y
calórico, los cocteles llamados Tinto de Verano
y Sangría pueden ser una buena opción. En ambos casos, se debe utilizar un Vino joven y sin mayores pretensiones,
uno que no nos importe mucho deshonrarlo al someterlo a ninguna de esas mezcolanzas!
Realmente, aunque hay muchos entendidos en el tema que consideran este atrevimiento como un pecado, a lo largo
de la historia no ha sido extraño que al Vino se le incorpore agua y también frutas y especias, tanto para diluir su nivel
alcohólico como para ajustar sabor al gusto de quien va a saborearlo –lo cual no significa que eso sea correcto, de buen gusto,
o como deba decirse; sencillamente, “entre gustos no hay disgustos” y se debe respetar lo que cada quien prefiere!-.
y Sangría pueden ser una buena opción. En ambos casos, se debe utilizar un Vino joven y sin mayores pretensiones,
uno que no nos importe mucho deshonrarlo al someterlo a ninguna de esas mezcolanzas!
Realmente, aunque hay muchos entendidos en el tema que consideran este atrevimiento como un pecado, a lo largo
de la historia no ha sido extraño que al Vino se le incorpore agua y también frutas y especias, tanto para diluir su nivel
alcohólico como para ajustar sabor al gusto de quien va a saborearlo –lo cual no significa que eso sea correcto, de buen gusto,
o como deba decirse; sencillamente, “entre gustos no hay disgustos” y se debe respetar lo que cada quien prefiere!-.
El Tinto
de Verano es una simple mezcla de bebida gaseosa con sabor de limón y Vino
Tinto. Algunos refinamientos incluyen
el uso de bebidas gaseosas ligeras, agua carbonatada o soda, jugo de limón y una rodaja de limón para decorar. El Vino debe
ser preferiblemente de gusto afrutado, evitando, por supuesto, los de cierto nivel tánico y amaderado. Se debe enfriar bien
para evitar una mayor dilución al agregar hielo a la jarra de la mezcla y, en último caso, añadirlo a la copa de quien lo prefiera.
Siendo así, el resultado es una bebida ‘hipo.calórica’, en relación al Vino per se.
Hay recetas que incluyen un toque de vermouth y Vino Blanco, o Rosado, en lugar de Tinto. Lo que no se estila para nada es
hablar de ‘Blanco de Verano’, o ‘Rosado de Verano’; se le sigue llamando Tinto de Verano, aunque se especifique el color
del Vino y la estación del año… sea la que sea!
el uso de bebidas gaseosas ligeras, agua carbonatada o soda, jugo de limón y una rodaja de limón para decorar. El Vino debe
ser preferiblemente de gusto afrutado, evitando, por supuesto, los de cierto nivel tánico y amaderado. Se debe enfriar bien
para evitar una mayor dilución al agregar hielo a la jarra de la mezcla y, en último caso, añadirlo a la copa de quien lo prefiera.
Siendo así, el resultado es una bebida ‘hipo.calórica’, en relación al Vino per se.
Hay recetas que incluyen un toque de vermouth y Vino Blanco, o Rosado, en lugar de Tinto. Lo que no se estila para nada es
hablar de ‘Blanco de Verano’, o ‘Rosado de Verano’; se le sigue llamando Tinto de Verano, aunque se especifique el color
del Vino y la estación del año… sea la que sea!
La Sangría
es un tanto más elaborada, por incluir jugo de naranja y trozos de fruta. De
hecho, este detalle hace que haya
muchas más recetas que en el caso del Tinto de Verano, según lo decida quien la prepare, o quien la requiera. En todo caso,
para que sea óptima, el Vino debe ser frutal y de bajo nivel tánico, el jugo de naranja debe ser recién exprimido, las frutas
deben ser bien elegidas, para no tener que añadir azúcar y se deben macerar en el Vino, de ser posible desde el día
anterior al consumo, y se debe evitar agregar hielo a la jarra.
Manzanas, uvas, fresas y duraznos están entre las frutas más tipicamente usadas y la variedad se extiende con la preferencia
de cada quien. Hay recetas que incluyen un toque de brandy o de algún licor de naranja, así como Vino Blanco, o Rosado,
en lugar de Tinto. Y no falta quien arruina todo al agregar una bebida gaseosa con sabor a limón… aunque sea de las ‘light’!
SaludEs!
muchas más recetas que en el caso del Tinto de Verano, según lo decida quien la prepare, o quien la requiera. En todo caso,
para que sea óptima, el Vino debe ser frutal y de bajo nivel tánico, el jugo de naranja debe ser recién exprimido, las frutas
deben ser bien elegidas, para no tener que añadir azúcar y se deben macerar en el Vino, de ser posible desde el día
anterior al consumo, y se debe evitar agregar hielo a la jarra.
Manzanas, uvas, fresas y duraznos están entre las frutas más tipicamente usadas y la variedad se extiende con la preferencia
de cada quien. Hay recetas que incluyen un toque de brandy o de algún licor de naranja, así como Vino Blanco, o Rosado,
en lugar de Tinto. Y no falta quien arruina todo al agregar una bebida gaseosa con sabor a limón… aunque sea de las ‘light’!
SaludEs!