Es innegable que compartir pesares con buenos amigos hace más llevadero
el malestar natural de cada asunto. La mera catarsis ya es un factor positivo,
pues hay que ordenar las Ideas, de modo que sean inteligibles y se comprenda
lo que se siente. Encima de eso, una respuesta empática de un buen amigo
puede resaltar
detalles claves que no parecían relevantes y, al final, se logran
enfoques positivos sobre la situación.
Si en vez de pesares se comparten Vivencias que dan satisfacción y
alegría,
la interacción tiene un efecto anti.depresivo, pues el sistema
inmunológico
se estimula, favoreciendo la salud y el bienestar en general. En
estos casos,
hay sustancias neuro.transmisoras que se activan y llegan a suprimir
dolores
de bajo nivel y tensiones musculares excesivas, propiciando la
eliminación
de bacterias y virus, aligerando molestias y generando sensación de
mejoría.
Existen evidencias de que quienes tienen buenos amigos cercanos se
recuperan
más rápido de enfermedades e intervenciones quirúrgicas; y, por otro
lado, existe
la hipótesis de que la soledad altera las funciones de las neuronas, atentando
contra su actuación favorable.
Compartir situaciones gratas e ingratas con parientes y amigos cercanos hace
que se desarrolle un ambiente ameno y optimista, donde todos sonríen y hasta
ríen,
resultando en la complacencia de todos los participantes.
Es posible los personajes de la serie de TV de la foto no sean los más
indicados
para el tema, pues las típicas relaciones entre estos Friends no siempre han sido
las mejores. Sin embargo, como
dice el cliché, “…en las buenas y en las malas”,
así que, para cerrar, anexo el link de su soundtrack.
https://www.youtube.com/watch?v=q-9kPks0IfE
SaludEs!