En varias ocasiones he
compartido el tema del parecido entre las cumbres
del monte Fuji de Japón y el
volcán Cotopaxi de Ecuador. Una vez fue cuando
recién había llegado a Ecuador
y, al detallar el Cotopaxi, se me pareció al Fuji;
y otra fue cuando nació JuanDiego,
mi nieto nacido en Ecuador, por la analogía
con su mamá, mi hija Tamara, que fue concebida en ese país Asiático.