Extracto de un reciente artículo de prensa sobre un caso especial de eutanasia.
Con el paso de los
años, uno puede llegar a sentir un malestar que toma cuerpo
como una pandemia.
Es la ‘eutanasia pasiva’, que arrincona a hombres y mujeres
de cierta edad, que apenas tienen algunas
facultades atenuadas! Son seres con
espíritu vital y con una cantidad de Ideas
y Vivencias para compartir, que pueden
ser víctimas de una soledad involuntaria
que afecta su ánimo, debilita su sistema
inmunológico y, en definitiva, perturba su calidad de vida, con lo cual su etapa final
se hace cada vez menos feliz.
Si bien es cierto que,
con el avance de la ciencia y la tecnología, actualmente hay
mayor esperanza de
vida, la calidad de vida debería ser más que aceptable, para
que eso se considere como un logro cabal. Uno debe estar preparado y dispuesto
para cuando la edad empiece a pasar factura en la autonomía, con disminución de
facultades físicas y
mentales; es decir, cuando uno ya no sea ‘como antes’. Y una
de las medidas a
tomar es desarrollar, o mantener, actividades claves y relaciones
sociales que
hagan posible una buena actitud ante esa nueva etapa, acordes con
las
circunstancias y los gustos de cada quien, naturalmente.
Probablemente haya
impertinencias de algunos que califiquen esas actividades y
relaciones como ‘fuera
de lugar’ y ‘extemporáneas’, por decir lo menos, añadiendo
que quienes las
protagonizan están ‘desubicados’! Una vez más, la clave en todo
momento es la actitud que se tenga para el
disfrute de la vida hasta el final.
SaludEs!